
Universidad Central del Ecuador
Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación
Carrera de Pedagogía de las Ciencias Experimentales
Química y Biología





Homeostasis
La homeostasis es el proceso mediante el cual los seres vivos mantienen el equilibrio interno de su cuerpo, regulando factores como la temperatura, el agua y la glucosa en la sangre.En los organismos unicelulares, el intercambio de nutrientes y desechos ocurre directamente con el medio. Por su parte, los organismos multicelulares necesitan sistemas complejos, como el digestivo, circulatorio, nervioso y hormonal, para este intercambio.Por ejemplo, en los humanos, la temperatura corporal se regula en 36,5 °C: si sube, se produce sudor para enfriar el cuerpo, y si baja, se genera temblor para calentarlo nuevamente.



El iris, la parte coloreada del ojo, actúa como un diafragma regulando la cantidad de luz que entra al ojo. Cuando nos encontramos en un ambiente muy iluminado, el iris se contrae, reduciendo el tamaño de la pupila y protegiendo así la retina de un exceso de luz que podría dañarla. Por el contrario, en condiciones de poca luz, el iris se dilata, aumentando el tamaño de la pupila y permitiendo que entre más luz para mejorar nuestra visión.


estamos tratando de mantener nuestro cuerpo seco y a una temperatura agradable, evitando así los efectos negativos de la lluvia. De manera similar, nuestro cuerpo regula constantemente su temperatura interna a través de mecanismos como la sudoración y los escalofríos, asegurando que se mantenga dentro de un rango óptimo para el funcionamiento de nuestros órganos.
La planta está manteniendo un estado de equilibrio interno, respondiendo a un estímulo externo (el tacto) para protegerse.Este mecanismo es una adaptación evolutiva que ha permitido a la mimosa sobrevivir en ambientes donde los herbívoros son abundantes.
Este proceso es un ejemplo de homeostasis en el sentido de que la planta busca activamente los nutrientes que necesita para sobrevivir en un entorno donde estos son escasos.


Los seres vivos responden a estímulos del medio, como cambios de luz, temperatura, humedad o la presencia de otros organismos.
Animales: Utilizan órganos sensoriales como ojos, antenas y piel para detectar estímulos, como el sonido o la presencia de depredadores.
Plantas: Responden creciendo hacia la luz (tallos) o buscando agua (raíces). Por ejemplo, los girasoles orientan sus flores hacia el Sol.
Al quemarte, las células de la piel se dañan o mueren. Esto desencadena una respuesta inflamatoria, que es la forma que tiene tu cuerpo de intentar protegerse y reparar el tejido dañado.
Práctica lo aprendido en la clase.
