
Universidad Central del Ecuador
Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación
Carrera de Pedagogía de las Ciencias Experimentales
Química y Biología





La célula animal es una unidad básica y funcional que forma los tejidos y órganos de los animales. Al igual que la célula vegetal, es eucariota, lo que significa que tiene un núcleo definido que alberga el material genético (ADN) y está rodeada por una membrana plasmática. Sin embargo, la célula animal no posee pared celular ni cloroplastos. Es más flexible y tiene estructuras que permiten la movilidad, como los centríolos. Los organelos de la célula animal, como las mitocondrias, el retículo endoplasmático, el aparato de Golgi, los ribosomas y los lisosomas, trabajan juntos para mantener la célula viva, procesar nutrientes y desechos, y realizar funciones esenciales como la división celular y la producción de energía.
Núcleo: Contiene el material genético (ADN) y controla las actividades celulares, como la división celular y la síntesis de proteínas.
Membrana plasmática: Regula el paso de sustancias hacia dentro y fuera de la célula, manteniendo el ambiente celular.
Mitocondrias: Producen energía (ATP) mediante la respiración celular, proporcionando energía a la célula.
Retículo endoplasmático rugoso: Sintetiza y transporta proteínas, debido a los ribosomas adheridos a su superficie.
Retículo endoplasmático liso: Participa en la síntesis de lípidos y el metabolismo de carbohidratos y detoxificación celular.

Aparato de Golgi: Modifica, clasifica y empaqueta proteínas y lípidos para su transporte o secreción.
Ribosomas: Sintetizan proteínas a partir de la información genética contenida en el ARN mensajero.
Lisosomas: Contienen enzimas digestivas para descomponer materiales, desechos y estructuras celulares dañadas.